La manteca de karité más premium es de Balmyou
- Marta Bellmont
- 9 oct
- 4 Min. de lectura
Actualizado: hace 1 hora
A veces las grandes ideas nacen lejos de casa, en lugares donde lo esencial se revela con más fuerza. Así ocurrió en 2016 cuando dos amigos, Paul y Tuna, descubrieron en Uganda un secreto de belleza que cambiaría sus vidas y la de muchos: la manteca de karité Nilotica. Su textura más cremosa y fundente y su fragancia más delicada que otras mantecas africanas llevaron a ambos socios a crear Balmyou y a incluir esta rica materia prima natural en su gama única de productos de belleza y cuidado personal.
La Nilotica no es una manteca de karité cualquiera. Procede del árbol Vitellaria nilotica, que crece de manera silvestre a lo largo del Nilo, especialmente en el norte de Uganda. Eso le confiere propiedades únicas e incomparables con ninguna otra manteca de África occidental.
La clave está en su química. Al presentar más ácido oleico y menos esteárico, resulta una manteca más sedosa, con un punto de fusión más bajo y absorción más rápida, por lo que es ideal en aplicaciones cosméticas. Además, tiene un aroma ligero con cierto matiz achocolatado, y una textura mantecosa a temperatura ambiente que facilita incorporarla en porcentajes altos sin saturar la sensorialidad de los productos.
NILOTICA VERSUS OTRAS MANTECAS DE KARITÉ
Las cualidades que hacen de la manteca de karité Nilotica una joya especial para cosmética natural son:
Al fundirse antes sólo con tocarla permite emulsiones más suaves, bálsamos que no “arrastran” y sticks menos cerosos sin recurrir a siliconas ni emolientes sintéticos.
Ofrece una sensación en piel sedosa, menos oclusiva que otras mantecas ricas en ácido esteárico.
Su aroma es sutil y elegante, nada invasivo, con un toque suave y natural.
Es rica en provitamina A, betacaroteno y vitamina E, potentes antioxidantes que protegen la piel del envejecimiento.
Es amiga de todas las pieles, desde la más seca hasta la piel sensible de los bebés o las mujeres embarazadas.
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BELLEZA QUE CUIDA LA PIEL Y EL PLANETA
Tan exclusiva materia prima no pasó inadvertida a ojos de Paul en uno de sus viajes a Uganda, quien pronto puso manos a la obra para, junto a su socio Tuna, darla a conocer en diversos puntos de Europa a través de su propia firma de cosméticos: Balmyou. Esta marca alemana se ha ganado un lugar especial en el nicho de mercado de la cosmética natural apostando por una cosmética pura, sostenible y con conciencia social. Su filosofía se resume en un lema tan simple como poderoso: protect your skin, protect your planet.
Y es que Balmyou tiene claro que el cuidado personal no puede desligarse del cuidado del entorno. Desde la recolección de materias primas en una granja de Uganda hasta el envase final en nuestro baño, cada paso está diseñado para dejar la menor huella posible. ¿El resultado? Productos certificados 100 % naturales, veganos, libres de crueldad animal, sin colorantes ni conservantes artificiales y presentados en envases de vidrio reciclado, bambú de rápido crecimiento y papel de hierba, innovador y sostenible.
MUCHO MÁS QUE COSMÉTICA
Desde el principio, Balmyou buscó generar valor en origen, afanándose en llevar a Europa un tipo de cosmética natural pura para motivar a los consumidores a incorporar la cosmética natural sostenible en su día a día. Por eso se asoció con una pequeña finca en Uganda cuya comunidad trabajaba con métodos ecológicos y justos, como la recolección silvestre y el cultivo sostenible, el prensado tradicional en frío para conservar los nutrientes o el uso de la energía solar en la producción.
Y lo que empezó con la manteca de karité pronto se amplió con nuevos ingredientes igual de extraordinarios, como el aceite de café arábica y el aceite de moringa, siempre fruto de recolección silvestre, cultivo sostenible y prensado en frío. Una aventura que demuestra que la belleza auténtica puede ser también sencilla, responsable y profundamente humana.
En la actualidad Balmyou ofrece una decena de productos de cuidado natural, elaborados entre Uganda y Alemania a partir de las materias primas ugandesas.
LOS TRES ICÓNICOS DE BALMYOU
Esta crema multiusos se ha convertido en insignia de la marca. Proporciona una hidratación intensa a rostro, cuerpo, labios y cabello en un solo gesto. Su pureza (no refinada) la hace ideal para pieles sensibles, zonas agrietadas y como aftersun natural.
Está compuesta exclusivamente de ingredientes naturales puros, a los que no se ha eliminado ni añadido nada. De ahí que esté libre de fragancias, colorantes y conservantes. Es una crema rica en valiosa provitamina A, ácidos grasos insaturados, betacaroteno y vitamina E, y tiene un efecto antiinflamatorio, regenerador celular y nutritivo.
La delicadeza hecha pastilla. Este jabón se ha elaborado con el 100% de manteca de karité Nilotica saponificada, sin palma ni químicos añadidos. Contiene un 10% de sobreengrasado, que devuelve vitaminas y ácidos grasos a la piel.
Es suave incluso para bebés, ya que limpia sin resecar y protege la barrera cutánea, ello a pesar de limpiar en profundidad la piel. Cada pastilla de jabón está hecha y envasada a mano con mucho cariño y es única en forma y color.
Este bálsamo hidrata, repara y protege los labios gracias a su fórmula sin agua y sin plásticos, garantizando unos labios flexibles, suaves y naturalmente brillantes. Su textura sedosa deja un acabado aterciopelado y actúa como base perfecta para el maquillaje de labios.
El efecto antiinflamatorio evita las dolorosas grietas y una sensación desagradable en los labios, mientras que la cera de girasol y una fórmula sin agua forman una película protectora natural contra las influencias externas, como las heladas y el aire seco de la calefacción. Finalmente, el nutritivo aceite de moringa y las vitaminas A, E, B1 y B2 aportan a la piel un agradable tacto aterciopelado.
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